Cuando hablamos de realismo mágico , solemos pensar en la literatura: Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, La casa de los espíritus de Isabel Allende o Amada de Toni Morrison. Estas obras hicieron de lo cotidiano algo extraordinario. Pero las raíces del realismo mágico son más profundas: se nutren de tradiciones populares , mitos, rituales y relatos orales transmitidos de generación en generación.
El folclore es lo que convierte los sucesos cotidianos en narrativas simbólicas. Y en las artes visuales, ofrece un tesoro de motivos —plantas, animales, seres híbridos— que transforman lo familiar en algo inquietante. Para los artistas contemporáneos, incluyéndome a mí, el folclore proporciona un lenguaje vivo que fusiona lo cotidiano con lo fantástico .
El folclore y el nacimiento del realismo mágico
El realismo mágico se desarrolló en la América Latina del siglo XX, donde el folclore era inseparable de la vida cotidiana. Los pueblos tenían santos, espíritus y presagios; el paisaje mismo parecía estar impregnado de mitos. Los escritores no inventaron la magia; simplemente registraron el mundo tal como la gente lo experimentaba: complejo, espiritual y simbólico.
El folclore latinoamericano le dio a García Márquez sus mujeres levitando, sus lluvias interminables y sus visiones proféticas.
Las tradiciones orales africanas dieron forma a historias donde los ancestros hablan y la naturaleza tiene presencia divina.
El folclore eslavo , con sus deidades paganas, espíritus del bosque y plantas encantadas, resuena tanto con la literatura como con el simbolismo visual.
La idea clave es que el folclore hace creíble lo fantástico . Construye un marco cultural donde se esperan milagros, donde las plantas florecen con significado y donde la frontera entre la vida y el mito es porosa.
De las historias a los símbolos en el arte visual
La transformación del folclore en arte es siempre una transformación . Una historia se convierte en símbolo; un ritual, en imagen.
Plantas y flores : en el folclore eslavo, simbolizan resiliencia, ciclos y fertilidad. En el arte, se transforman en plantas simbólicas o híbridos surrealistas.
Animales y espíritus : búhos, lobos, serpientes o pájaros de fuego tienen significados múltiples y a menudo actúan como mensajeros entre mundos.
Figuras híbridas : seres mitad humanos, mitad plantas que encarnan la transformación, la liminalidad y la mezcla del mito con la realidad.
El realismo mágico en el arte se centra menos en el espectáculo y más en incorporar misterio a lo familiar . Una flor no es solo una flor: es un talismán, un recuerdo, un símbolo de fuerzas invisibles.
Raíces eslavas: motivos paganos y plantas simbólicas
Mi propio trabajo se basa en gran medida en el folclore eslavo , donde las tradiciones paganas dieron forma al lenguaje de los símbolos.
Los abedules eran considerados sagrados, protectores contra el mal.
Flores como la vincapervinca o la caléndula tenían significados vinculados al amor, la resiliencia o el duelo.
Las coronas rituales y las enredaderas se tejían no sólo por su belleza, sino también por su protección y su poder espiritual.
En mi arte, transformo estos motivos en botánicos surrealistas e híbridos simbólicos . Una planta puede tener un rostro, una flor puede florecer y convertirse en un arquetipo. Esta continuidad entre el folclore y el símbolo visual me permite arraigar mi obra en la memoria cultural, a la vez que hablo con un lenguaje contemporáneo y surrealista.
Paralelos africanos y latinoamericanos
Lo que me fascina es cómo las diferentes tradiciones folclóricas se reflejan unas en otras a lo largo de los continentes.
En el folclore africano , las plantas y los animales están imbuidos de espíritu, que guía a los humanos y los conecta con sus antepasados.
En el folclore latinoamericano , las tradiciones católicas e indígenas se mezclan, creando símbolos como flores milagrosas o santos que hablan con la naturaleza.
En el folclore eslavo , el bosque está vivo con domovoi (espíritus domésticos), rusalki (espíritus del agua) y plantas sagradas.
En todas las culturas, el patrón es el mismo: el folclore convierte el mundo natural en simbólico . Y esto es precisamente lo que hereda el realismo mágico.
Por qué el folclore mantiene vivo el realismo mágico
El poder duradero del realismo mágico proviene de la capacidad del folclore de hacer que lo místico sea ordinario.
Nos muestra que las historias no son ficción : son formas de vivir con lo invisible.
Revela que los símbolos evolucionan : una flor en el ritual se convierte en una flor en la pintura, se convierte en una flor en la literatura.
Insiste en que el arte y la vida están entrelazados , que el mito no es una escapatoria sino una verdad contada de forma diferente.
En este sentido, el folclore garantiza que el realismo mágico nunca parezca obsoleto. Las historias pueden ser antiguas, pero los símbolos siempre están vivos.
Mi trabajo: Botánicos inspirados en el folclore
En mis grabados y pinturas, exploro cómo el folclore se convierte en símbolo .
Las plantas se convierten en portales : plantas botánicas comunes y corrientes transformadas en formas surrealistas, casi espirituales.
Los rostros se convierten en arquetipos : figuras marcadas con tatuajes simbólicos o rasgos híbridos.
Las composiciones se convierten en talismanes : obras maximalistas en capas que se hacen eco de la ornamentación protectora de los rituales populares.
Al inspirarme en las tradiciones paganas eslavas, creo obras de arte que dialogan con el realismo mágico latinoamericano y africano: arte que vive entre la memoria y la imaginación, el folclore y la fantasía .
El realismo mágico prospera porque tiene sus raíces en el folclore , en las historias que nos enseñan a ver la magia en lo cotidiano. Desde los mitos latinoamericanos hasta las tradiciones orales africanas, desde las plantas paganas eslavas hasta los híbridos surrealistas, el folclore continúa convirtiendo lo cotidiano en símbolos.
En el arte, esta tradición perdura. Ya sea a través de plantas encantadas, figuras inspiradas en lo marginal o composiciones maximalistas, el folclore garantiza que el realismo mágico siga siendo no solo un estilo, sino una forma de ver .
Vivir con el realismo mágico, ya sea en libros, carteles o arte mural, es recordar que el mundo siempre es más de lo que parece.