Siempre me han atraído los objetos que guardan emociones en silencio; cosas que no gritan "amor", sino que lo susurran. Un relicario desgastado. Una miniatura pintada. Una flor prensada entre las páginas de un libro. Estas pequeñas muestras de afecto —secretas, simbólicas, táctiles— transmiten una sensación de intimidad que trasciende el tiempo y las convenciones.
En esta entrada del blog, quiero explorar algunas de las muestras históricas de amor que inspiran mi obra, especialmente como creadora artística centrada en la emoción, la sutileza y la ternura en clave. Y quiero reflexionar sobre cómo estos artefactos resuenan en la estética sáfica y queer actual.
Medallones para el cabello: recuerdos que puedes tocar
En los siglos XVIII y XIX, los amantes intercambiaban medallones con cabello : mechones reales de su amado, cuidadosamente rizados tras un cristal. No eran morbosos. Eran recuerdos íntimos y tangibles. El cabello no se deteriora, así que el gesto era una cuestión de permanencia: llevar la esencia de alguien cerca del corazón.
Pienso en esta idea a menudo al crear piezas personales o simbólicas. Aunque no trabajo con materiales como el cabello, me encanta la superposición de significados personales : el deseo de albergar memoria y presencia en algo pequeño y hermoso.
Retratos en miniatura: una mirada a una persona
Las miniaturas —pequeños retratos pintados sobre marfil o pergamino— eran otra forma de regalar algo de uno mismo. Llevadas en bolsillos o medallones, no eran para exhibir. Eran para la privacidad. Para la añoranza. Para el recuerdo.
Lo que me impacta es que estos retratos no se trataban de estatus. Se trataban de intimidad . La forma en que alguien te pinta la cara para que tú, y solo tú, la lleves.
En mis propios retratos abstractos, como "ME, MYSELF & I" o "HER", reflexiono sobre estas emociones internas. No son imágenes literales, pero encierran algo privado y real: identidad, vulnerabilidad, conexión.
Floriografía: Códigos secretos en flor
El lenguaje de las flores , conocido como floriografía, era una forma del siglo XIX de comunicar sentimientos prohibidos o inconfesables, especialmente en el amor entre personas del mismo sexo o en situaciones donde declararse públicamente era peligroso.
Algunos de mis ejemplos favoritos:
Violetas → amor sáfico, devoción, pasión oculta
Romero → recuerdo, fidelidad
Hiedra → apego, vínculo duradero
Nomeolvides → memoria, lealtad, amor eterno
Cuando incluyo ciertas plantas o colores, a menudo pienso en estos mensajes ocultos y en cómo el arte puede convertirse en una comunicación silenciosa de identidad y amor.
Vea mi póster de arte botánico "FLOW"
💌 Letras, candados y símbolos del secreto
Cartas de amor selladas con lacre. Cintas atadas en clave. Anillos con iniciales grabadas en el interior. A lo largo de la historia, el amor queer y no heteronormativo a menudo se ha basado en lenguajes ocultos : formas de expresar afecto que podían parecer inocentes, pero que tenían un profundo significado personal.
Incluso hoy, esto resuena. Cuando diseño arte que se inclina hacia la ambigüedad, ya sea a través de la elección de colores, rostros abstractos o formas simbólicas, juego con esta misma tradición. Un susurro visual. Un guiño codificado. Un gesto que puede no significar nada para un espectador, pero significa todo para otro.
Estética sáfica y resonancia emocional
Gran parte de esta historia me toca muy de cerca como artista queer. Las relaciones sáficas a lo largo de la historia se han documentado a menudo desde la ausencia : mediante símbolos, subtexto e intimidad codificada.
Desde las cartas de amor del siglo XIX firmadas con "Atentamente" hasta imágenes de mujeres leyendo libros juntas o arreglando flores, lo que parece suave y doméstico a menudo era una declaración de afecto, seguridad y compañerismo.
En mi obra, exploro esto a través de la composición y el color. A través de gestos compartidos entre figuras. A través de un simbolismo que invita a la interpretación.
Explora mi póster de arte simbólico "Virginia & Vita"
“VITA & VIRGINIA” sigue siendo uno de los guiños más claros a esta historia en mi portafolio: honra el legado queer no recreándolo literalmente, sino resonando emocionalmente con él.
Muestras modernas de amor
Entonces, ¿cómo trasladamos esto al presente?
Creo que el arte es uno de los objetos modernos más significativos. No solo por su belleza, sino por su intencionalidad. Personal. Discretamente radical. Elegir una lámina para alguien a quien amas —porque refleja su ternura, su poder, su ternura— es como enviar una miniatura, una flor, una nota secreta.
Ya sea para San Valentín, un cumpleaños, un momento para pensar en ti, una cita romántica o una amistad, que sea algo perdurable. Que transmita tu mensaje. Que guarde un recuerdo.