La naturaleza siempre ha narrado historias. Pero es su lado extraño —las flores mutadas, los híbridos extraños y los pétalos de otro mundo— lo que realmente me fascina como artista. Hay algo en los giros antinaturales de las formas familiares que abre una puerta al subconsciente, a los arquetipos, a un simbolismo emocional indescriptible.
En mi práctica artística, recurro a menudo a estas peculiares flores. Al principio no siempre entiendo su significado. Pero adquieren más significado cuanto más las contemplo, como sueños o acertijos en forma botánica.
La flor antinatural: por qué resuenan las flores extrañas
Cuando vemos una rosa o un tulipán perfectos, quizá pensemos en belleza, romance o pureza. Pero cuando los pétalos están retorcidos, descomunales, se derriten o se fusionan con algo inesperado, nos detenemos. Nos preguntamos. Sentimos.
Esta disrupción de lo "natural" crea espacio para la proyección emocional. Los florales peculiares suelen evocar inquietud, asombro o profunda curiosidad, como contemplar paisajes surrealistas o rostros inquietantes. El cerebro quiere clasificar lo que ve... pero no puede.
En mi pieza EMBRYO , por ejemplo, la flor no es simplemente decorativa: observa. Está viva. Sus pétalos arden como consciencia; su forma implica vulnerabilidad e intensidad. No es una flor del mundo real, sino de uno interior.

Floriografía con un toque diferente
La floriografía —el lenguaje de las flores— ofrece una fascinante perspectiva del arte simbólico. Históricamente, flores como los lirios (pureza), las violetas (modestia) y las peonías (vergüenza) se utilizaban para comunicar sentimientos ocultos, especialmente en la época victoriana.
¿Pero qué sucede cuando deformamos esos símbolos?
Un violeta distorsionado podría indicar vergüenza oculta en lugar de simple modestia.
Un lirio con puntas sangrantes podría representar la inocencia herida .
Un híbrido entre un cardo espinoso y una rosa suave podría hablar de una feminidad conflictiva .
Los florales extravagantes no solo invierten la belleza, sino que la complican. Permiten que múltiples verdades coexistan.
Surrealismo, sueños y emoción botánica
Los surrealistas fueron algunos de los primeros artistas modernos en explorar las flores no solo como formas, sino como portadoras de significado psicológico. Salvador Dalí pintó tulipanes sangrantes. Las obras de Leonora Carrington presentan plantas retorcidas que parecen vibrar con energía psíquica.
Me inspiro en ese linaje, pero mi interpretación es personal. Me interesa lo que sucede cuando una flor no crece en la tierra, sino en la memoria o la añoranza. Quiero capturar estados emocionales a través del tallo, el pétalo o el color:
Flores demasiado maduras y goteantes que sugieren un deseo abrumador
Flores monocromáticas que hablan de represión o dolor.
Fragmentos de pétalos flotantes : símbolo de pérdida, desintegración o cambio.
Puedes ver este lenguaje visual en obras como Mirage y Just a Phase , donde los motivos florales se combinan con una distorsión surrealista para hablar de temas de visión, identidad y tensión interior.
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La naturaleza como metáfora del yo
Hay una razón por la que la gente dice: “florece donde estás plantado”: las flores siempre han servido como metáforas de crecimiento, feminidad, resiliencia y decadencia.
Los florales extravagantes profundizan esa metáfora. Nos permiten hablar de:
Las mutaciones como metáforas de la inconformidad
Las flores híbridas como fluidez de identidad
Tallos retorcidos como complejidad psicológica
Esto es especialmente poderoso en el arte queer y feminista, donde las imágenes florales pueden tener significados subversivos: belleza con bordes afilados, suavidad que resiste, crecimiento que no es lineal.

Creo que el arte no solo tiene como objetivo ser bonito, sino también expresar. Y las flores extravagantes, con su peculiar elegancia y sus mensajes ocultos, ofrecen una poderosa forma de expresar lo difícil de expresar. Nos permiten explorar lo emocional, lo subconsciente y lo bellamente extraño.
Así que la próxima vez que veas una flor en una obra de arte que no te parezca bien, quédate con ella. Podría estar contándote un secreto.