La mirada como lenguaje simbólico
Tanto en el tarot como en el retrato surrealista contemporáneo, la mirada encierra un significado que trasciende lo meramente visual. Los ojos funcionan como instrumentos emocionales, umbrales simbólicos y portales hacia el mundo interior de la figura. En mi obra, los ojos nunca son estrictamente realistas; están estilizados, suavizados, agrandados o intencionalmente distorsionados. Esta cualidad onírica se alinea estrechamente con la forma en que las cartas del tarot utilizan la mirada para comunicar intuición, vulnerabilidad, verdad y sombra. Los ojos se convierten en un lenguaje simbólico, uno que habla en voz baja pero con una profundidad inconfundible.
Portales-Ojos y la Dimensión Intuitiva
Muchos arquetipos del tarot comunican su significado a través de la intensidad o la quietud de la mirada. Cartas como La Suma Sacerdotisa, La Estrella, La Luna y El Juicio utilizan los ojos para señalar el despertar o capas ocultas de percepción. Mis retratos se inspiran en esta misma lógica visual. Los ojos, como portales, ligeramente sobredimensionados y con un brillo sutil, no observan al espectador; parecen absorber la emoción. Su quietud crea un momento de contacto intuitivo, como si la figura fuera consciente de algo no del todo visible. Estos ojos funcionan como puntos de entrada a la atmósfera emocional, más que como rasgos físicos literales.

La Luna y el poder de la mirada incierta
En el tarot, la Luna representa el movimiento subconsciente y un terreno emocional ambiguo. Su mirada suele ser indirecta, reflexiva o onírica. Esto se refleja en mis retratos surrealistas, donde los ojos contienen una sutil tensión: tranquilos pero inseguros, abiertos pero ligeramente distantes. La forma alargada o la disposición simétrica de los ojos acentúa esta sensación de percepción cambiante. El espectador se ve inmerso en una experiencia similar a la energía de la Luna, percibiendo indicios de algo tácito bajo la superficie.
Los amantes y la mirada reflexiva
La carta de Los Enamorados expresa la dualidad no solo a través de las figuras, sino también mediante la resonancia emocional entre ellas. En mis retratos de doble rostro o con efecto espejo, los ojos suelen reflejarse sutilmente, creando un diálogo silencioso entre dos yoes internos. La mirada se convierte en un puente entre dos aspectos de la identidad, al igual que las reflexiones y las decisiones simbolizadas por esta carta. Mediante la simetría o una suave distorsión, los ojos evocan la verdad emocional del diálogo interior.

El juicio y el despertar de la vista
El Juicio se asocia con la claridad, la revelación y el surgimiento de una perspectiva superior. Mis retratos suelen emplear ojos luminosos para señalar esta sensación de despertar interior. Un brillo cerca del iris, un delicado reflejo en el párpado o una suave luminosidad alrededor del rostro dan la impresión de que la conciencia emerge a la superficie. Estos ojos sugieren que algo se está transformando internamente, haciéndose eco del llamado a la consciencia que define el Juicio.
La Suma Sacerdotisa y la Mirada Oculta
La Suma Sacerdotisa personifica la intuición, los secretos y el reino invisible. En el tarot, su mirada es serena y opaca, revelando poco pero envolviendo una inmensa profundidad. En mi obra, unos ojos igualmente tranquilos transmiten su esencia emocional. Transmiten una sensación protectora, cerrados a la interpretación y arraigados en mundos interiores más que en la expresión exterior. Su dulzura sugiere un conocimiento que no puede expresarse directamente. Esta mirada invita a la contemplación en lugar de a la descripción, convirtiendo el retrato en un espacio interior sagrado.

Ambientes botánicos que enmarcan la mirada
En mi estilo surrealista, los ojos rara vez aparecen solos. Elementos botánicos, semillas luminosas, zarcillos o espirales suelen enmarcar la mirada como un clima emocional. Estos elementos subrayan el poder simbólico de los ojos, dotándolos de un ecosistema propio. Un pétalo luminoso junto al ojo añade vulnerabilidad. Una forma botánica reflejada refuerza la sensación de dualidad. Una hoja oscura introduce misterio o tensión. El tarot funciona de forma similar: rodea las miradas con símbolos que crean atmósfera y profundizan el significado emocional.
¿Por qué los ojos simbólicos resuenan con los espectadores?
Los ojos simbólicos poseen poder porque transmiten vida sin ser literales. El espectador los reconoce instintivamente como señales emocionales más que como detalles anatómicos. En el retrato surrealista, estos ojos abren un portal al mundo interior de la figura, reflejando a la vez algo del propio espectador. Este doble intercambio evoca la experiencia de leer las cartas del tarot: un momento de reconocimiento, intuición y significado personal. A través de su quietud, su brillo y su serena intensidad, los ojos se convierten en un espacio donde la realidad externa se encuentra con la verdad interna.